Orilla significa la parte extrema de una superficie, un límite entre uno y otro lado. Así dicha palabra incluida en el título de la obra nos sintetiza lo escrito en esta novela: el momento determinante en el que la vida se trastoca drásticamente, donde se pasa de un nivel a otro. Un camino hacia la madurez provocado por incidentes enigmáticos que a pesar de estar inmersos en la irracionalidad, los personajes se ven arrastrados inevitablemente por ellos, sin preguntarse siquiera el porqué de tales hechos. Kafka Tamura, joven de quince años, huye de su padre que lo ha maldecido con una profecía edípica e intenta encontrar algo que no sabe lo que es pero está decidido a hacerlo; él guarda el resentimiento hacia su madre que lo abandonó cuando era pequeño y en medio de esa exploración se encuentra con una experiencia metafísica donde lo metafórico del relato ayuda a expresar la transformación de un sentimiento hacia otro. Así como la historia de Kafka Tamura, nos narra la aventura de Satoru Nakata, un anciano discapacitado que por un accidente sufrido en su infancia que lo mantuvo en coma durante un par de semanas, perdió todo lo aprendido hasta entonces así como sus recuerdos pero adquiriendo la habilidad de dialogar con los gatos. Él vive una situación traumática que lo lleva a buscar la ”Piedra de la entrada” sin saber exactamente dónde ni para qué, no obstante está seguro que de lograr encontrarla, todo volverá a su normalidad.
Dichas historias tratadas en capítulos separados, muestran el paso hacia la madurez de Kafka Tamura, donde su idea de ser un individuo fuerte cultivando el cuerpo evoluciona hasta comprender que también el espíritu debe fortalecerse. En cambio, tanto el anciano Nakata, como la señora Saeki, la administradora de la Biblioteca y portadora de la historia que lleva el título al nombre de la novela, son personajes detenidos en su infancia que intentan zafarse de aquello que los ha agobiado en el pasado.
Murakami, expresa con hechos inverosímiles, reflexiones personales, diálogos que no nos muestran el porqué de la historia, sino el carácter de cada uno de los personajes que luchan por encontrar el escape de lo inexplicable e inconforme.
(Fragmento)
“-¿Sabes, Kafka Tamura? Lo que tú estás sintiendo ahora no es otra cosa que el conflicto central de la tragedia griega. No es la persona la que elige su destino, sino el destino el que elige a la persona. Ésta es la concepción del mundo en la que se fundamenta la tragedia griega. Y la tragedia, según define Aristóteles, irónicamente, no surge de los defectos del protagonista, sino de sus virtudes. ¿Entiendes a qué me refiero? Son las cualidades, no los defectos, las que arrastran al hombre a la tragedia. Edipo rey, de Sófocles, es un ejemplo remarcable de ello. En el caso de Edipo, no son la indolencia y la estupidez las que originan la tragedia, sino su valentía y su honestidad. Y de ahí nace, inevitablemente, la ironía.
-Pero no se puede hacer nada.
-Depende –dice Oshima-. Hay casos en los que no puede hacerse nada. Pero, a pesar de ello, la ironía hace más profundo al hombre, lo obliga a crecer. Y se convierte en una puerta de acceso a una solución de una dimensión mayor. Y en ella puedes encontrar una esperanza universal. Ésta es la razón por la que hoy en día tanta gente sigue leyendo la tragedia griega; por la que la tragedia se ha constituido en uno de los prototipos del arte. Y antes ya he comentado esto, pero, en la vida, todo es una metáfora. En realidad, nadie va matando a su padre ni acostándose con su madre. ¿No te parece? En resumen, nosotros aceptamos la ironía a través de un mecanismo que se llama metáfora. Y esto nos convierte, a nosotros, en hombres más sabios.”
- Datos
Novela del Año 2005 designado por los críticos del suplemento literario del New York Times
Autor: Haruki Murakami
Nacionalidad: Japonesa
Año: 2002
Editorial: Maxi Tusquets
Páginas: 716 pags.