Cronwell Jara (1949) es un destacado escritor piurano que a través de toda su trayectoria literaria nos ha mostrado con descripción y sentimiento la profundidad del Perú. Nunca ha faltado en sus relatos esa naturalidad al momento de narrar que nos ha permitido adentrarnos con facilidad a sus historias en las que retrata o escudriña con precisión las múltiples identidades que acoge nuestro país.

Puma y Dos Cristos son dos libros publicados por Sietevientos Editores, ambos caracterizados por su dinamismo narrativo de diálogos precisos y paisajes ilustrativos. Puma es un relato corto en la que se cuenta el devenir de este animal luego de atacar los carneros de unos campesinos que  al ver la matanza que había cometido el puma, deciden salir a su caza junto con sus perros. El autor describe tanto el sentimiento de dichos personajes, pormenorizando las angustias humanas como el instinto violento del animal que se sabe perseguido. Las técnicas narrativas para intercalar ambas visiones de lo narrado son variadas pero no por eso confusas, al contrario, nos permite visualizar de forma intermitente y dinámica aquello que se describe. La violencia de los enfrentamientos es intensa, en la que gracias a una detallada descripción de una naturaleza norteña casi expectante de toda la crisis, crea un clima de un encontrarnos en punto intenso rodeado de inmensa tranquilidad. Puma es una obra enorme a pesar de ser breve.

El libro llamado Dos Cristos, contiene dos cuentos, uno llamado como el mismo libro y el otro, La Reina de las Cucarachas. Aquí el primer escenario es la ciudad de Lima, en la que un hombre funge de Cristo cargando una cruz para conseguir algunas monedas. La visión del niño que lo acompaña y que también debe aprender las artes de este personaje, muestra un drama familiar patético. El mundo hostil en el que se desarrolla el relato se conjuga la creencia religiosa, las contradicciones que esta conlleva y sobre todo, el descreimiento hacia lo que se considera sagrado. Sin embargo, Cronwell Jara no pierde el tono jocoso al narrar estas peripecias que entre tanto cinismo nos otorga diálogos que a pesar del paisaje eriazo y caótico de los cerros, dan una visión fresca de lo que es la vida marginal y urbana.

Una mención importante le doy a La Reina de las Cucarachas, un cuento que considero superlativo. Las emociones del personaje principal, Cecilia -una niña atrapada por el miedo en un pequeño escondite en las que se ve rodeada de cucarachas que se le suben al cuerpo- son dramáticas. Ella se ha visto obligada a guarecerse porque su madre la quiere zurrar por una serie de travesuras que ha cometido, entre ellas, la muerte de un pato, dejar escapar a un chivo y empujar a Luchito, un niño de los cuatro años al que deseaba convencer de que podía volar. La candidez y la imaginación frenética de Cecilia la llevo a tener problemas de los que no tenía conciencia. Los miedos de la niña son reflejados en flash backs donde poco a poco son hilvanamos con la trama principal. Lo irónico del relato es la protección que encuentra Cecilia en su padre, un ebrio y abusador de su madre pero que la adora y protege de la irascibilidad de su madre. La Reina de las Cucarachas es un relato muy realista pero alternado con la fantasía infantil. La válvula de escape de un mundo alterado al que sólo la imaginación puede mitigar toda su violencia.