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Estrella Solitaria (Jerónimo Pimentel)

Fondo de Cultura Económica

Publicado: 2016-10-07

Todo relato en el que la juventud sea el protagonista principal, el autor debe impregnar en la atmósfera la intensidad de la época tratada. No por una cuestión narrativa, sino por la naturaleza de los personajes involucrados pues la juventud absorbe la vida como una esponja seca que se coloca sobre superficie húmeda y profunda. Así, podremos entender aquel mundo que se desea mostrar. Un relato en el que los jóvenes se desenvuelven siempre posee aquello que los personajes maduros ignoran, temas intensos que van hacia el mundo real donde la ansiedad invade cada escenario donde la energía brota tanto del cuerpo como del pensamiento. Y es en esa burbujeante realidad en la que la imaginación lúdica finalmente explota. Estrella Solitaria va por esa senda aunque cargada de un tono satírico desconcertante. Ignacio Vegas, recientemente desempleado y con una ruptura sentimental a cuestas, se abandona en proyectos imposibles como la historia secreta del criollismo en la que el cantante, guitarrista y compositor Oscar Avilés podría ser un vampiro. El inicio de varias ideas alucinadas que reflejan el desvarío que Ignacio Vegas vivirá en las páginas siguientes. Y es luego de esa lista de proyectos que jamás vieron la luz que al final termina siendo el germen de la fijación con el cantante Nacho Vega, su tocayo. Aquí hago una observación porque la lista del personaje principal me hizo recordar aquella que Vargas Llosa realizó al llegar a los cincuenta años y que lo narra en su libro El Pez en el Agua, entre sus proyectos se encontraba una comedia donde un empresario encuentra a su mejor amigo convertido en una señora. Relato que gracias a la providencia nunca ha llegado a publicarlo (no sé si a escribirlo). 

Curiosa la manera de nombrar a su personaje principal, recordando compulsivamente al lector que no es el original Nacho Vega, sino que es el fake one, bizarro, replacement, copycat, doppleganger, etc. Recalcando, quizás, de una forma lúdica, el deseo de acercarse furiosamente a aquél que comparte su identidad. Oportunidad que tiene al hacerse pasar por el mismo cantante al organizar en Buenos Aires un falso concierto e interpretar la canción que había compuesto para él.

Pero no nos adelantemos, desde el origen del libro veremos cómo se presenta la narración: veloz e intermitente. La perspectiva del narrador es lo más destacado, esta aparece como una luz artificial interrumpida de vez en cuando transportándonos a diferentes secuencias, lo que da la impresión de una novela entrecortada aunque sin perder la coherencia del relato. La conversación es también otro detalle a destacar, esta no es descriptiva, ni explicativa, sino más bien coloquial, espontánea y ocurrente. Técnica que intensifica una trama de por sí dinámica. Así encontramos la cierta ligereza con que los dramas humanos son vividos en la juventud. Donde los sentimientos, la amistad, el alcohol, la droga, el desorden y el sexo, son parte de un todo encadenado y que lo latigueamos deseando inconscientemente (quizás) que se alejen a la fuerza de nuestro ser.

La experiencia de la lectura de Estrella Solitaria de Jerónimo Pimentel, nos permite observar que con limpia y buena prosa se puede tratar temas sucios y jocosos. La brevedad de la novela simplifica esas múltiples trivialidades de la juventud y que a la vez marcan profundamente la melancolía de los seres humanos.

Datos

Autor: Jerónimo Pimentel

Título: Estrella Solitaria (Canciones escritas para ser cantadas por Nacho Vegas)

Editorial: Fondo de Cultura Económica

País: Perú

Páginas: 70


Escrito por

Carlos E. Luján Andrade

Carlos E. Luján Andrade (1978) autor de El Comedio del Breñal (Mesa Redonda) y del poemario Soundtrack / Miles de Misiles, entre otros.


Publicado en

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