Son historias que suceden en la calle, en el mundo que se encuentra expuesto a la vista de todos pero que sin embargo ignoramos porque también somos ignorados por él. Podemos ser héroes de Martín Roldán Ruiz, narra la vida urbana de las calles de Breña, sus personajes se encuentran enfrascados en una juventud que de a pocos no tarda en desaparecer por la crueldad de una ciudad en la que se vive a la par con la miseria y el miedo. 

El error es recurrente, los relatos abordan la equivocación, el intento de encontrar algo de certeza en la urbe que se presenta hostil, amoldar el idealismo a la vida pero este siempre termina desinflado con finales sorprendentes y que no podrían ser de otra forma sino caería en la cansina moraleja, pues a veces uno puede creer que el autor nos intenta dar una lección moral.

El lenguaje es preciso, entre las jergas, la descripción y el desarrollo de cada conflicto hay fluidez, así permite que su lectura sea rápida pero no por eso superficial pues si bien este libro pueda ser leído de un tirón, no le quita profundidad.

Martín Roldán Ruiz, en sus once relatos, presenta un libro que no tiene baches, cada cuento posee todo lo que los demás también tienen, la intensidad y la velocidad con la que sus personajes conviven con su ciudad.