Una oportunidad para observar una destacada trayectoria literaria en un volumen es el libro Todos los Cuentos de Augusto Higa Oshiro(1946); un repaso de historias que las podemos situar en diversas décadas del siglo pasado limeño, en la que con una prosa cuidada y fluida nos adentra hacia los mundos urbanos de jóvenes, hombres de media edad y ancianos que interactúan con una realidad que les es cercana pero que a la vez contienen fuerzas que deben combatir. Los ideales, la esperanza de un poco de felicidad o la tristeza de los momentos perdidos rodean a esta recopilación de una vida literaria en la que Higa Oshiro muestra su destreza en el relato pues todas las historias, bien contadas e hilvanadas, nos permiten adentrarnos en la vida de los personajes con sus costumbres, lenguajes y la descripción certera de su entorno. 

Las clases sociales de nuestra sociedad son reflejadas en diferentes etapas de la historia reciente, en lugares donde no está la luz de los grandes eventos. Es imposible no recordar en su lectura las entrañables historias de Ribeyro, Reynoso o una mezcla de ambas. A pesar de cambiar de temática en cada conjunto de cuentos mantiene la unidad del estilo y la remembranza, ese desencanto permanente en todas las etapas de la vida pero sin caer en lo depresivo.

El libro contiene cuatro grupos de cuentos: Que te coma el tigre (1978), donde los personajes son más intensos y sin embargo más vulnerables, La casa de Albaceleste (1987), historias más reflexivas y maduras, Okinawa existe (2013) el más melancólico, donde los personajes aceptan con impotencia su destino, y finalmente dos pequeños cuentos aparecidos en otras publicaciones que completan un conjunto de relatos realistas y convincentes.

Todos los Cuentos de Augusto Higa Oshiro es un trabajo completo, y quizás lo único que se le puede reclamar es no haber escrito más libros de cuentos.